11.Valor de las Bazas y Premios Aunque el valor absoluto de las bazas de la podrida es siempre el mismo, 3 puntos, el valor relativo (es decir, si esos 3 puntos son positivos o negativos) de ellas depende de las previsiones realizadas.
AsÃ, si el número de bazas ganadas coincide con las previsiones, es decir, con las bazas pedidas, que se señalarán con los marcadores tomados (se suelen ir colocando uno por uno encima de las bazas ganadas), cada baza valdrá 3 puntos positivos.
En cambio, si el número de bazas no coincide (tanto si el jugador ha ganado de más o de menos) con el de las peticiones, sólo se tienen en cuenta las bazas erróneas, que valdrán cada una 3 puntos negativos. Por tanto, si se fallan las previsiones señaladas con los marcadores, la puntuación es negativa.
Además del valor de las bazas ganadas, cuando se aciertan las previsiones hay un premio de 10 puntos.
Por tanto, para ganar en la podrida no sólo es necesario acertar las previsiones; hay que obtener además el máximo de bazas posible. 12.Las Manos Una partida de podrida se juega en una serie variable de manos o juegos parciales. Su número depende del de los jugadores.
En la primera mano se reparten las 52 cartas de la baraja entre todos los jugadores, de una en una, de manera que a cada uno le corresponda la misma cantidad de cartas y queden sin repartir las menos posibles.
A lo largo del juego, en cada baza se irá disminuyendo una carta en cada reparto hasta llegar a jugar una mano con sólo una baza, es decir, en la que sólo se habrá repartido una carta a cada jugador.
A partir de esta mano vuelve a crecer el número de cartas que se da a cada jugador, de una en una en cada mano, hasta llegar al máximo posible de cartas por jugador.
Pero ahora no se jugará sólo una de estas manos como al principio, sino que cada jugador debe ser el mano y el dador en una de ellas; por tanto, se jugarán tantas manos "máximas" como jugadores haya. 13.La Anotación Llevar las cuentas y la anotación de la podrida no es muy complicado, pero sà entretenido.
Dado lo prolongado de la partida y el elevado número de manos que se juega, quien lleve el tanteo debe hacerlo con atención y ser metódico y cuidadoso, procurando que las puntuaciones queden alineadas tanto en sentido vertical como en sentido horizontal.
Para realizar la anotación se usa una tabla de doble entrada. Suele dividirse la hoja de anotación en columnas, de las que habrá una más que jugadores.
Una vez observadas las cartas, los jugadores hacen sus previsiones e indican cuántas bazas creen que van a ganar, a escondidas o por turno según haya establecido el dador.
Luego se juegan las bazas correspondientes y se procede al recuento y anotación del juego.
Finalmente se recogen las cartas, se barajan y se procede al siguiente reparto, que hará el jugador siguiente al anterior dador y en el que se dará una carta menos.
Otra variante se refiere únicamente al juego de la mano en la que sólo se tiene una carta. Los jugadores se la colocan en la frente sin mirarla.
De este modo cada jugador ve las ajenas, pero no la propia (aunque el jugador mano debe seguir pidiendo a ciegas, por lo menos ve si hay muchos o pocos triunfos y si son muy altos o no).
Otra variante se refiere a las manos máximas cuando son cuatro los jugadores.
Si juegan cuatro no hay pinta. En este caso en lugar de jugar las últimas cuatro manos sin triunfo, en cada turno el jugador mano indica el triunfo (o bien se señala con la carta de corte, o con cualquier otra carta que prefieran los cuatro jugadores).