Duodecim Scripta quiere decir "Doce LÃneas" y se jugaba en un tablero como el Calculi. Dos jugadores se sentaban enfrentados y ubicaban sus 15 piezas negras o blancas (probablemente apiladas) en el primer cuadrado en su lado del tablero. Entonces cada uno tiraba un conjunto de tres dados a una taza y moverÃa sus piezas según el valor del tiro.
Las piezas eran como los paneles circulares de hueso torneado mostrados a la derecha. ParecÃan ser las piezas normales para la mayorÃa de los juegos de este tipo. Las fichas de dinero parecÃan esencialmente iguales, pero se garabateaban (en la parte posterior) con números que representan los valores de dinero.
El objetivo era lograr que todas las piezas de un jugador atravesaran el tablero hasta el cuadrado final. Si se llegaba a un cuadrado que ya tenÃa una pieza del oponente, esta pieza regresarÃa a su cuadrado uno. Si dos o más piezas del oponente ya estaban en el cuadrado, entonces no podrÃa ser ocupada. Probablemente el jugador serÃa forzado a quedarse o a cambiar el orden de los movimientos de sus propias piezas.
Algunos de los cuadrados tenÃan los nombres. El cuadrado 14 se llamaba Antigonus. El cuadrado 19 era Summus. El cuadrado 23 era Divus. El significado especial de estos nombres, si lo hay, no es cierto.
Obviamente este juego tiene mucho en común con el Backgammon moderno y con el Senet egipcio. De hecho, Duodecim Scriptorum puede derivar de su precursor egipcio, ya que el Senet data de aproximadamente 1000 años antes de la fundación de Roma en 753 a.C.
Cuando la descripción precedente de un tablero de Duodecim Scriptorum se extiende a lo ancho y las piezas del juego se colocan a lo largo, una al lado de la otra, en lugar de apiladas, inmediatamente vemos el parecido al Backgammon moderno. En realidad, las piezas del juego tÃpicas de hueso se cortaban irregularmente y no podÃan ser bien apiladas, y esto puede haber causado que las dimensiones del tablero cambiaran por necesidad.
Para la continuación de esta historia, vea las páginas de Tabula y Felix Sex.