La Cucaña

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Se fija sólidamente en tierra un mástil de navío muy elevado, y dado con cera y jabón, para que esté la superficie muy resbaladiza. Un poco más debajo de su punta se colocan los premiso de más valor, y a un pie más debajo de ellos otro objeto menos precioso.

Los jugadores deben ir a buscar allá su premio, a cuyo efecto se ponen en mangas de camisa, abrazan el mástil con brazos y rodillas, trepan cuanto mejor pueden, hacen esfuerzos increíbles, y después de haber llegado a cierta altura, resbalan y vuelven a bajar con la mayor rapidez. Solamente vestidos ordinarios, dados ligeramente de greda o de cualquiera otra tierra absorbente, pueden oponerse a lo bruñido y resbaladizo de la cera; pero la fuerza, la costumbre y la constancia son los únicos medios de poder lograr la cucaña.

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