El puente levadizo

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Dándose las manos dos personas de la tertulia que sean las de mayor estatura, forman el puente levadizo poniéndose una frente a otra. Es indiferente que sean dos caballeros, o una señora y un caballero; pero jamás deben formar el puente dos señoras. Los que le forman se ponen en medio del jardín o salón, y los demás se colocan en fila como en el juego del Lobo y la Pastora, pero sin estrecharse demasiado. Se adelantan todos hacia el puente que está levantado; es decir, que los que lo figuran elevan mucho los brazos : las personas que banda bajan varias veces la cabeza para pedir paso, y el puente levadizo responde:

Por tres veces se pasará;
Pero en la última que se pase
Estará cerrado el pase,
Y alguno que alguno se quedará.

Como no se trata sino de la vez primera, pasa la banda repitiendo la copla, y conforme van pasando los primeros, giran hacia la derecha para volver a pasar de nuevo, en tanto que desfilan los últimos. Se repite lo mismo la segunda vez; pero a la tercera el puente levadizo se baja sobre los jugadores, es decir que la pareja que le forma, bajando de pronto los brazos, coge en medio a uno de los que van a pasar y le condena a pagar una prenda. Como los jugadores aguardan esto, pasan con tal rapidez qué el puente no puede cogerlos. A medida que se va cogiendo a cada uno, se retira del juego; y los que no se dejan coger reemplazan a los que forman el puente. Cogido uno de los jugadores, se empieza de nuevo el juego hasta que todos hayan sido cogidos, excepto los que han tenido la destreza de evadirse.

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