Página 2 de 2
7.Baza
En el NLK, cuando se forma una baza se da la vuelta a las cartas (se giran) y se dejan aparte.
Una baza está formada por tantas cartas como jugadores participan en el juego. Sin embargo, en el NLK las bazas no siempre se forman, como es lo habitual, con la carta que cada participante debe jugar en la misma ronda de juego. En la primera baza del NLK juega una carta el mano, que es el jugador que ha tornado la última carta de la baceta en la primera fase (la que determina el palo de triunfo). Cada jugador debe asistir y montar. Si no le es posible montar puede jugar carta de triunfo y los jugadores siguientes deben jugar carta de triunfo cada vez más alta. En cada ronda los jugadores echan cartas en la baza hasta que en ésta hay tantas cartas como jugadores. El jugador que ha completado la baza da la vuelta a las cartas y se convierte en el mano para la siguiente. Si cada jugador juega una carta, y cada una de ellas es superior a la anterior, la baza será válida y la girará el jugador anterior al mano.
Pero puede suceder que en la formación de una baza un jugador no pueda asistir con carta superior o con un triunfo más alto que el anterior. También puede ocurrir que, aunque tenga cartas para ello, un jugador prefiera, de acuerdo con su estrategia, no jugarlas y reservarlas para otro momento del juego. Entonces toma la carta más baja (la de menos valor) de las que componen la baza que se está formando. De este modo, al seguir el juego, puede darse el caso de que un jugador juegue dos veces en la misma baza.
Asimismo, es perfectamente válido que varios jugadores tomen las cartas que hay sobre la mesa y «deshagan» la baza que habÃa en formación, hasta que no quede ninguna carta de ella. Entonces, el jugador siguiente al último que ha tornado carta se convierte en el mano de la siguiente baza, que inicia jugando una de sus cartas.
8.Inicio y desarrollo del juego
El dador, escogido por sorteo -si se juega más de una partida, el perdedor de una se convierte en el dador en la siguiente-, baraja las cartas, las da a cortar al jugador de su izquierda, reparte una a cada jugador en sentido antihorario (de derecha a izquierda) y deja el resto del mazo (baceta) en el centro de la mesa. Los jugadores descubren entonces sus cartas y las dejan frente a ellos. De este modo la partida queda dispuesta para ser jugada en sus dos fases.
I. El reparto de cartas
La primera fase de la partida consiste en distribuir las cartas de la baceta entre todos los jugadores. Para ello, cada jugador, en su turno, toma una carta de la baceta y la coloca descubierta frente a él, sobre la carta recibida en el reparto inicial.
Si la carta que descubre de la baceta sigue en orden a la superior que se encuentra en el montón de otro jugador (sin importar el palo), el jugador puede (es una opción, nunca una obligación) colocarla en ese montón y tomar otra carta de la baceta. De hecho, su turno no termina hasta que toma una carta de la baceta y la coloca en su propio montón. Asimismo, al principio del turno y antes de tomar carta de la baceta, el jugador que tiene el turno puede tomar la carta superior de su montón y colocarla en el montón de otro jugador, siempre que su carta siga en orden ascendente a la superior del montón del otro. Si hace esto, la carta superior de su montón será otra, que también podrá colocar si en el montón de otro jugador aparece la anterior. Esto sólo puede hacerse antes de tomar la carta de la baceta; si un jugador toma carta de la baceta pierde la opción de pasar cartas de su montón a los de los otros jugadores.
Para colocar cartas en los montones de los jugadores, se considera que el dos es la carta siguiente al as.
Después de que un jugador ha colocado una carta en su propio montón termina su turno de juego, que pasa al jugador de su derecha.
El juego continúa de este modo hasta que se terminan las caras de la baceta. La última carta de la baceta indica el palo de triunfo (por ello no es frecuente que un jugador quiera colocarla en un montón ajeno). Asimismo, el jugador que tiene esa carta -normalmente el que la toma- se convierte en el primer mano para la segunda parte del NLK.
II. Cómo deshacerse de las cartas
En la segunda parte del juego, los jugadores deben deshacerse de las cartas conseguidas en la primera. Esta segunda parte se juega mediante bazas en las que es necesario seguir el palo (asistir) con carta superior a la jugada por el jugador inmediatamente anterior (montar); si no se puede asistir, se puede jugar un triunfo (fallar) o un triunfo superior al jugado por el jugador anterior (refallar). Es decir, hay que superar al jugador anterior con carta del mismo palo o con triunfo.
Cuando un jugador ha jugado triunfo en una baza, los siguientes deben jugar triunfo (y cada jugador debe superar al anterior) hasta completar la baza, aunque se tenga carta del palo de salida de la baza.
En el caso de que un jugador no pueda o no quiera (nunca es obligatorio ganar la baza) superar al anterior, debe tomar la carta más baja de las que hay sobre la mesa formando parte de la baza y colocarla con las de su mano para jugarla posteriormente. Cuando sobre la mesa hay tantas cartas como jugadores, independientemente de quién las haya jugado y en qué turno, la baza está completa. El jugador que la ha completado da la vuelta a las cartas, las aparta en un montón (estas cartas ya no seguirán en juego) y se convierte en el mano para la baza siguiente.
Cuando los jugadores toman (se suben) todas las cartas de la mesa, de modo que no queda ninguna, el jugador siguiente al último que ha tornado carta es el mano para iniciar la baza siguiente.
Si un jugador consigue descartarse de todas sus cartas, termina su participación en esta fase del juego, que se prolonga hasta que sólo queda un jugador con cartas, que es declarado el perdedor de la partida. Si se juega más de una partida, el perdedor será el dador de la siguiente.
9.Vocabulario especÃfico