Trucos de sobremesa

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Levante dos copas adyacentes por vez y en cuatro movimientos cambie las posiciones de manera que se alternen copas llenas con copas vacías.

Para los lectores interesados en trucos sociales, he aquí un entretenido acertijo que puede ser usado ventajosamente para divertir a los huéspedes tras un banquete o una fiesta. En el primer caso, ocho copas de vino -cuatro vacías y cuatro parcialmente llenas-, ilustran a la perfección el truco.

En este caso, al igual que en todas las exhibiciones de carácter similar, todo depende de la pericia y de la actuación inteligente de quien intente el truco. Debe saberse su parte a la perfección, de modo que pueda hacer el truco sin la menor vacilación, mientras convence a sus espectadores, con la ayuda de una charla incesante, de que el truco es simplísimo, y que cualquiera puede hacerlo si es que no es un cabeza de alcornoque o un tonto sin remedio.

En realidad, parece tan simple que casi todo el mundo aceptará la invitación de ponerse en pie y someter a prueba su sobriedad demostrando con cuanta rapidez puede llevar a cabo la treta, y allí es cuando comienza la diversión, porque noventa y nueve sobre cien serán des­calificados.

El problema está enunciado debajo de la ilustración. Un movimiento consiste en alzar dos copas vecinas y, sin intercambiarlas, llevarlas juntas a otro lugar sobre la línea. Las copas están numeradas para facilitar la descripción del procedimiento.

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