El nudo Gordiano

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Saque las tijeras sin cortar la cuerda.

Por supuesto, en estos días tan lejanos sería imposible corregir la tremenda injusticia que padeció el pobre Gordio. No obstante, como verdaderos aficionados a los acertijos, podemos condenar la manera soberbia en que Alejandro Magno, compitiendo en un torneo de acertijos, se las arregló para autodesignarse árbitro y concederse el premio por su absurda solución. Estableció así un peligroso precedente y estimuló una especie de delincuencia que no se ha extinguido todavía. A menudo encontramos jóvenes Alejandros a los que les gustaría mucho resolver los acertijos según sus propias ideas y ganar los premios a la manera de los piratas.

Gordio era un simple campesino que criaba ovejas y cultivaba uvas, pero que por su aguda inteligencia se convirtió en rey de Frigia. Se dice que cuando subió al trono ató sus antiguas herramientas con lo que la historia conoce como nudo gordiano, pero de tal manera que los nudos no podían ser desatados. Los oráculos proclamaron que cualquiera que lograra deshacerlos se convertiría en emperador.

Alejandro Magno, según se cuenta, hizo inútiles intentos de desatar algunos nudos, pero cuando finalmente se enfureció por su falta de éxito, extrajo la espada y cortó la cuerda, exclamando que "ésa es la manera dictada por el sentido común de conseguir una cosa que se desea". Es extraño que aquellos que conocen esta historia y su despreciable culminación la respalden con cierto aire de supuesto orgullo cuando han superado alguna dificultad y dicen: ¡He cortado el nudo gordiano!".

Según los historiadores y todos los escritores que han tratado el tema, el acertijo era legítimo y justo, descrito de manera tan precisa y detallada que se han hecho muchos intentos de pintarlo. Algunos imitadores de Gordio han inventado nudos curiosos y complicados, y me pregunto si estarían satisfechos con las respuestas si los aficionados siguieran el método de Alejandro. La única protesta contra su solución, al menos que yo pueda recordar, son unos pocos versos inteligentes cuyo origen debe ser muy antiguo:

"Un acertijo no se resuelve, señores impacientes, espiando la respuesta en un tris;

Cuando Gordio, rey campesino de Frigia ató sus herramientas de cultivo con el nudo renombrado, Alejandro el apresurado no logró deshacerlo al cortarlo en dos".

Al presentar este acertijo, me he basado especialmente en los datos de las enciclopedias, pero me he atenido estrictamente a la descripción que encontré. Todas las enciclopedias coinciden en que la cuerda estaba atada de tal manera que no había extremos a la vista, y que los implementos de cultivo estaban atados a un gancho en el templo de los dioses. He aceptado la interpretación de Lattimer, que sostiene que los implementos pueden haber sido atados por separado, y acepto su referencia a las tijeras de podar como un caso digno de especial ilustración.

El acertijo es especial para salidas estivales, y es posible que se haga igualmente popular en la costa y en los lugares de montaña. Puede ser resuelto con paciencia, perseverancia y silencioso estudio. Es un acertijo para ser resuelto en un sitio tranquilo, "lejos del mundanal ruido".

Consiga un trozo de cuerda de alrededor de una yarda de longitud y ate los extremos. Tome un par de tijeras comunes y coloque la soga tal como se ve en la ilustración, sólo que en vez de pasar la cuerda por el gancho, póngasela a la manera de un collar, alrededor del cuello de una joven, sentada en posición conveniente, quien le ayudará a conseguir la corona de Asia si consigue extraer las tijeras.


Solución en la página siguiente.

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