Fotografía a color

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La historia de la resolución del problema técnico para producir fotografías en color se remonta a los tiempos de los propios inicios de la fotografía.

Cuantos intentan encontrar un sistema para fijar la imagen de la cámara oscura comprueban la dificultad no ya sólo de fijar la imagen misma, sino que ven en sus experimentos que fijar el color es algo de muy difícil resolución. Con la presentación del invento del daguerrotipo de Daguerre en 1839 y con la aparición poco después del sistema del calotipo de Fox Talbot, una de las primeras cosas que persistentemente se comenta en los círculos que prestan atención al nuevo invento, es precisamente el carácter monocromático de las imágenes fotográficas; de forma generalizada se lamenta que el color no se "represente" en ellas.

Muy pronto la fotografía se demostraría como un instrumento útil para muy diversas aplicaciones, científicas, comerciales y artísticas, y con ello crecen paulatinamente los incentivos para encontrar mejoras a los sistemas fotográficos; por consiguiente desde muy temprano se desarrollan importantes mejoras aplicables, impulsando además los avances hacia la búsqueda de un método para obtener fotografías en color. Efectivamente estos avances aparecen en años muy tempranos, aunque desde luego los que aparecen relativos a la fotografía en color sólo serán aportaciones parciales y de escasa o nula aplicación práctica. Uno de los problemas que existen en aquellos años tempranos de la fotografía para abordar el estudio de la fotografía en color es que el estudio de la química y de la física estaba en pleno desarrollo y todavía no se habían resuelto algunos problemas fundamentales relativos a cuanto se refería al propio comportamiento físico de la luz y del color. Además el propio comportamiento químico del color de distintas sustancias químicas estaba en aquellos años lejos de ser enteramente comprendido, por lo que el control de este aspecto de las sustancias químicas resultaba especialmente problemático. Es más, sólo desde 1801 se conocía el trabajo de Thomas Young que había expuesto por primera vez una teoría sobre la propia visión de los colores que se fundamentara en los principios reales del comportamiento del color en el ojo humano que además demostrara que esta característica tenía que ver con un "acontecimiento fisiológico" y no con un "acontecimiento material".

Uno de los primeros científicos que de forma extensiva se interesó por el comportamiento del color y sobre la forma de registrarlo con sustancias fotosensibles fue Johann Seebeck que en 1810 publica un trabajo sobre el comportamiento del cloruro de plata y de sus reacciones a las distintas bandas del espectro visible. Años después J. F. W. Herschel (1792 - 1871) se interesó por los fenómenos que describiera Seebeck y publica en 1840 un trabajo sobre las reacciones del cloruro de plata al espectro de la luz visible. Herschel haría un buen número de aportaciones a la fotografía, como la propuesta del hiposulfito de sosa como fijador fotográfico y es uno de los primeros en "acuñar" el propio término fotografía y tuvo una participación decisiva en la configuración de las actividades experimentales sobre la fotografía de Fox Talbot, con quien está en estrecho contacto a lo largo de los años en que éste desarrolla su proceso del calotipo.

Los trabajos de Herschel interesarían al propio Niépce de Saint-Victor (1805 - 1870) que en 1847 llegó a producir una serie de imágenes semifotográficas en color (espectros o contactos de dibujos) de laboriosa e imperfecta fijación. Los trabajos de Niépce de Saint-Victor, sobrino de Nicephore Niépce (1765 - 1833) antiguo socio de Daguerre y primer investigador en conseguir en 1827 fijar la imagen de la cámara oscura, los estudiaría luego Becquerel (1820 - 1891), físico y gran técnico fotográfico que aportaría las bases de gran cantidad de mejoras fotográficas y que se interesó formalmente en la cuestión de la fotografía en color. Serían no obstante los trabajos del inglés James C. Maxwell (1831 - 1879) quien, desarrollando los principios expuestos por Young, conseguiría en este terreno resultados fotográficos que serían fundamentales en la consecución práctica de un sistema que permitieran obtener una imagen fotográfica en color. Maxwell fotografió un objeto coloreado (una cinta para el pelo) a través de filtros, produciendo tres imágenes distintas, cada una de ellas representando monocromáticamente el valor tonal de cada uno de los colores fundamentales del objeto. Proyectando estas imágenes, filtradas convenientemente con filtros de cada uno de los colores con los que obtuvo inicialmente las imágenes, consiguió formar en la pantalla, superponiendo las tres imágenes proyectadas, una imagen fotográfica en la que se podían apreciar los colores originales del objeto fotografiado. Esto que es un hito en la historia de la fotografía en color, no resuelve totalmente el problema debido a multitud de factores, como el problema de la elección de los colores de los filtros, las distintas sensibilidades de las placas fotográficas a cada uno de los colores, etcétera; pero sienta las bases con las que efectivamente se ejecutarán con el tiempo imágenes fotográficas en color.

En los años sesenta del siglo XIX el francés Louis Ducos du Hauron (1837 - 1920) acometería el problema general de la fotografía en color estudiando a fondo cuantas experiencias se habían hecho hasta la fecha; publica exhaustivos e importantes textos sobre la materia y obtiene una serie de imágenes fotográficas en color aplicando los principios ya expuestos por Maxwell.

Simultánea e independientemente a Ducos du Hauron, otro investigador, Ch. Cros (1842 - 1888), publica exhaustivos análisis sobre la misma cuestión, pero no aplica de forma práctica sus ideas, aunque sus teorías formulan las soluciones a la cuestión de la fotografía en color en un nivel similar al que alcanza Ducos du Hauron, quien en cambio sí desarrolla de forma práctica (en la medida de sus posibilidades) diversas soluciones fotográficas para la obtención de imágenes en color. El principal sistema práctico que desarrolla Ducos se basa en la utilización de una pantalla en la que mecánicamente se depositan finísimas líneas coloreadas de los tres colores fundamentales y que colocada delante de una placa fotográfica para filtrar con la pantalla la luz que le llega, permite obtener la base para producir una imagen fotográfica en color. No obstante, su procedimiento resulta en principio muy caro y no será "redescubierto" hasta finales de siglo cuando la construcción del tipo de pantallas requeridas para este sistema era menos complicada y costosa.

La aportación de Ducos de Hauron es absolutamente fundamental en la historia de la fotografía en color y sus trabajos no ven una mayor resolución práctica debido a sus escasos recursos económicos y a haberse adelantado fotográficamente a su tiempo. Desde 1868 que publicara sus trabajos no aparecerá en este terreno avance significativo hasta 1891, cuando el francés Gabriel Lippmann (1845 - 1921) desarrolla y publica un ingenioso procedimiento fotográfico basado en el "comportamiento interferencial" de la luz. Gozará este sistema de bastante aceptación en su tiempo e incluso se llegan a fabricar comercialmente los complicados aparatos necesarios para la ejecución de fotografía en color con este sistema. Pero el proceso es caro y difícil, y se verá totalmente desbancado en 1907 al aparecer en el comercio las placas autocromas de los hermanos Lumière. Estas últimas ya permiten obtener imágenes fotográficas en color sin muchas complicaciones y tuvieron un éxito inmediato. Se basan en los principios generales que desarrollaran Maxwell y luego Ducos de Hauron, desarrolladas y aplicadas con ingenio y gran talento por parte de los hermanos Lumière. La solución de estos investigadores es aplicar frente a una emulsión fotográfica sobre vidrio una capa de granos de almidón teñidos por los tres colores fundamentales y que en este caso hace las veces de lo que en el sistema de Ducos hacía la complicada y cara pantalla de finas líneas de colores.

Gozarán las placas de Lumière de una gran popularidad y su introducción al mercado marca el comienzo de la historia de la fotografía en color como procedimiento útil y al alcance de cualquiera. Las placas de Lumière, junto con una rica pléyade de tipos de placas que se desarrollarían al abrigo del propio sistema de las placas autocromas, son de uso generalizado hasta los años treinta para cuando en el sistema fotográfico empieza ya a dominar la película flexible como sustituto a las placas de vidrio. Es entonces que aparece la película Agfacolor y la Kodachrome, que con algunas variaciones ha llegado hasta nuestros días. La aportación más importante desde aquellos años que aparecerá para la fotografía en color será la introducción en el mercado de un negativo fotográfico del que se puedan sacar copias en papel.

Básicamente los sistemas útiles y factibles que existen en las primeras décadas de la existencia de procedimientos fotográficos en color producen transparencias positivas, aunque desde luego existen medios para hacer copias positivas en papel a partir de éstos, pero en cualquier caso este positivado es complicado y de resultados no siempre favorables.

La aparición del negativo del que se pueden sacar copias positivas en papel, y del que existen varios antecedentes técnicos, se lleva a cabo en los años cuarenta con la introducción del Kodacolor que se lanza por primera vez en 1942. Siete años más tarde se mejora el sistema de esta película y desde entonces es el tipo de negativo fotográfico generalizado del que se sacan las copias en papel que inundan en la actualidad el mercado.

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