El bacará de Las Vegas (punto banco)

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1.Introducción
Con la intención de atraer a jugadores adinerados, las mesas de bacará suelen ser emplazadas en una dependencia separada y discretamente iluminada, cuyo acceso está vedado a los simples espectadores. Los «abrazadores» de la casa, cuya principal función es la de atraer a los clientes, son invariablemente mujeres de buen ver. Dado que para estos juegos normalmente se apuesta con dinero en metálico en los casinos de Las Vegas, los dólares esparcidos por las mesas vienen a añadirse al gran espectáculo. La totalidad de la escena configura en pocas palabras, una imagen «al viejo estilo». El nombre completo del juego en Las Vegas es «baccarat-chemin de fer».



2.El juego
El bacará, al estilo de Las Vegas, se juega con el trazado que se muestra en la ilustración inferior. La mesa dispone de 12 asientos o puntos, situados 6 a cada lado de los banqueros. Los jugadores pueden apostar por la banca o por ellos mismos. Las apuestas a que la banca ganará la mano se emplazan en las casillas numeradas del trazado por encima de las cuales figura la inscripción «Bank»; lo hace en la que corresponde al número de su asiento. Las apuestas a que los jugadores ganarán la mano se colocan frente al lugar que ocupan (en la posición del trazado que se lee «Player»), está inscrito el número del asiento. (Los jugadores depositan su dinero dentro del área). El trazado del punto banco es básicamente el mismo: en lugar de Bank, figura Banco, y Punto en lugar de Player.

Trazado del bacará de Las Vegas o Punto Banco:
a cada jugador le corresponde un número de apuesta del 1 al 12. El Croupier o «tallador» dirige el juego desde el lugar situado entre los asientos 1 y 12. En las pequeñas casillas de la parte superior se colocan las fichas que indican las cantidades que los jugadores adeudan al casino, en concepto del 5 % que éstos deben darle de sus ganancias obtenidas gracias a las victorias de la banca. En el centro hay una ranura por la que se introducen las cartas jugadas.

El «zapato» contiene las cartas, normalmente de ocho barajas, algunas veces de seis, y va pasando de jugador a jugador según su turno. Aunque no se necesite habilidad para jugar las manos, ya que las reglas están fijadas y son inflexibles, se da un ritual muy elaborado en el proceso de decidir el juego más conveniente.

El croupier que dirige el juego, también llamado tallador, indica al jugador del asiento número 1 cuándo debe iniciar el juego. �ste actúa primero como banca para lo cual toma el zapato con la mano izquierda y, usando el dedo índice de su mano derecha, toma dos cartas para él y otras dos para el jugador de manera alterna. A continuación, entrega las cartas del jugador al croupier que está sentado a su lado en el centro de la mesa. A su turno, éste se las hace llegar al jugador que haya emplazado la mayor apuesta en la porción del trazado en que se lee «mano del jugador», quien a su vez las descubre y se las entrega al mismo croupier. Este anuncia el total y deposita las cartas en «mano del jugador». Después, el «banquero» también descubre sus cartas y se las entrega al croupier, quien las depositará en la porción «mano de la banca», luego de haber anunciado el total.

El croupier instruye al banquero sobre si puede o no conceder una tercera carta a la mano del jugador, dependiendo del total que éste tenga. La tercera carta siempre se deposita descubierta, al lado de la mano a la que pertenece. En cualquier caso, no es necesario preocuparse por si el croupier o la banca olvidan las reglas, ya que el casino está pendiente de ello. Dependiendo de si se juega o no una tercera carta, el croupier anuncia el resultado de la partida -por ejemplo, «la banca gana 6 contra 4»-, y a continuación los otros croupiers pagan las apuestas ganadoras.

Las manos que sumen un total igual a 9 ó a 8 («naturales») ganan sin reservas. La mano vencedora se descubre en el espacio indicado de la mesa, sin más ni más. La mano que haya perdido no puede jugar ninguna carta más. Los 9 ganan a los 8, y todos los empates se apartan.

Como muestra la tabla inferior, el jugador se planta con totales 7 y 6. Las manos con totales desde 5 hasta 0 pueden pedir más cartas del zapato al banquero. Las instrucciones para la mano de la banca son más complicadas, aunque igualmente estrictas, porque dependen únicamente de la primera carta de la mano del jugador.

Nótese que una mano puede empeorar si su jugador pide más cartas; por ejemplo, si tiene un 4 y le sale un 6, hará un total de 0 ó «bacará». Las reglas para pedir más cartas o plantarse se especifican en la tabla siguiente:

Reglas del bacará de Las Vegas y punto banco
Reglas para los jugadores
Teniendo Acción
0,1,2,3,4 ó 5
6 ó 7
8 ó 9
Pedir carta
Plantarse
«Natural» (descubrir las cartas)
Reglas para la banca
TeniendoPedir cuando da(*)Plantarse cuando da(*)
0,1 ó 2
3
4
5
6
7
8 ó 9

Pedir siempre
1-7,9 ó 10
2-7
4-7
6 ó 7




8
1,8,9 ó 10
1,2,3,8,9 ó 10
1-5,8,9 ó 10
siempre plantarse
«Natural»
(descubrir las cartas)
(*) Cuando el jugador se planta, el banquero pide carta con un 0-5 y se planta con 6-7

Ahora bien, dado que el croupier indica a los jugadores lo que deben hacer en cada caso, no es realmente necesario aprender estas reglas, ni tan sólo preocuparse por ellas. Si se comete un error, debe ser el croupier quien examine las cartas y lo corrija.

Un jugador sostiene la banca hasta que pierde su mano; cuando esto ocurre le entrega el zapato al jugador que le sigue por la derecha y éste ocupa su lugar. El banquero puede apostar en la «mano de la banca» o en la «mano del jugador», según prefiera. El hecho es que en el bacará, el jugador que haga las veces de la banca simplemente reparte las cartas en lugar de la casa y, en realidad, no juega por sí mismo; por esta razón, el jugador no cuenta con la oportunidad de jugar con el resultado para influir en el destino de su apuesta. El jugador que no desee asumir la banca cuando le corresponda por turno, puede rechazarla. Una carta que se distingue de las demás por su color, insertada entre las diez últimas cartas de la baraja, indica el final del juego.

3.El pago de las apuestas
Las apuestas ganadoras se pagan en metálico. Pero de aquellas que gana la banca, al casino le corresponde una comisión del 5 % de su valor: esta es la forma en que se obtiene beneficios (el verdadero margen o vigorish es considerablemente bajo, como podremos comprobar. Los iniciados en el juego a menudo suponen que es mucho más ventajoso apostar siempre en la «mano del jugador», porque de esta manera no se verán obligados a pagar la comisión del 5 % cuando ganen. En realidad, el porcentaje de beneficios que se lleva la banca es más «jugoso» que el del jugador, pese al 5 % de reducción que sufre, como explicaré más adelante.

Con el fin de facilitar la liquidación, la casa paga todas las apuestas ganadas a proporciones iguales, y coloca fichas en las pequeñas casillas numeradas del 1 al 12 por valor de la cantidad que le adeuda cada jugador, en concepto del 5 % de comisión sobre las ganancias debidas a la banca. Se paga a los jugadores al final del juego, mientras se barajan los naipes, o cuando uno de los jugadores abandona el juego. (Es prudente llevar la cuenta del dinero que se adeuda al casino, pues de este modo nunca se corre el riesgo de perder todas las apuestas y quedarse sin dinero para pagar las deudas).

El margen de la casa
Se ha calculado que en un juego con ocho barajas la banca gana un 50,68 % de las manos (al margen de los totales que se aparta cuando se dan empates), mientras que la «mano del jugador» sólo gana el 49,32 % de las veces. Por tanto, descontando la comisión del 5 % que se lleva la casa cuando gana la banca, la «mano de la banca» gana 0,95 unidades 50,68 veces en una serie de 100 partidas con apuestas de 1 unidad, es decir, un total de 48,15 unidades. Perderá 1 unidad 49,32 veces, o sea 49,32 unidades. La pérdida neta en series de 100 partidas es 1,17 unidades. Por tanto, el margen del casino en las apuestas de la banca es del 1,17 %. De modo análogo, la mano del jugador gana 49,32 libras y pierde 50,68 libras, en una serie de 100 partidas, lo cual da al casino un margen mayor: el 1,36 %.

De hecho, en el juego, el 9,55 % de las partidas se producirá empate entre manos; de ellas, la banca ganará en el 45,84 % de las veces y el jugador en el 44,61 %. Algunos casinos ofrecen ventajas de 9 a 1 (8-1) contra el empate. Como las posibilidades reales son 9,47-1, el margen de la casa es para las apuestas a la mano del jugador es del 14 % y, por tanto, es desaconsejable hacerlas.

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