El Blackjack: estrategia básica

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4.La estrategia básica
Como decía al principio, el blackjack es un juego de destreza. Mucha gente lo juega de manera imprecisa, confiando excesivamente en los designios de la suerte o en la intuición. La mejor estrategia para ganar consiste en jugar primero cada mano de la mejor manera posible tomando en consideración tanto las propias cartas como la carta descubierta de la banca; y segundo, en reducir el valor de las apuestas cuando las posibilidades de éxito se inclinan a favor de la casa (véase Estrategias para el recuento).

La técnica a seguir para jugar correctamente cada mano es conocida como la «estrategia básica». Antes de ponerla en práctica, es necesario familiarizarse con las tácticas más apropiadas para afrontar cada situación que pudiera presentarse. Como ya se ha mencionado anteriormente, esta labor no es en absoluto sencilla; el jugador debe ceñirse a unas pautas fijas de actuación, conocer con exactitud los diferentes pasos y, consiguientemente, jugar cada mano de acuerdo con ello.

Sirviéndose de la estrategia básica, que se expresa gráficamente más abajo, el jugador de blackjack puede desplegar el juego más provechoso en una jugada con una sola baraja, y jugar con una desventaja sólo un poco mayor en juegos con dos o más barajas. Ello parece ser lo más adecuado para el juego de casino. Por otra parte, como podremos constatar, el jugador sensato puede, de hecho, llegar a reunir el máximo de ventajas usando alguna de las técnicas para el recuento de cartas que se explican más adelante.

La razón por la que la casa obtenga beneficios que como norma general son del orden del 5% ó 6%, y a veces de incluso el doble, se debe buscar en el modo tan incoherente en que se conducen muchos jugadores en la mesa de blackjack. Ellos no saben o quizás no se preocupan de jugar correctamente: sólo desean jugar y, mientras están legitimados para derrochar su dinero como un placer, es mejor evitar jugar en su compañía, puesto que un juego poco inteligente por parte de los otros jugadores, aunque a veces compensa, puede contribuir notablemente a turbar la propia capacidad de concentración.

Varios expertos jugadores y matemáticos, entre los que inicialmente destacó el célebre profesor Edward O. Thorp, cuyos éxitos, en la década de los 60, motivaron la modificación de las reglas de juego en los casinos de Las Vegas, han calculado, en algunas ocasiones con la ayuda de computadoras, cual sería la jugada más correcta para cada una de las distintas situaciones que se puede dar en blackjack. Si bien en ciertos casos difieren unos de otros, mi estategia básica aquí expuesta tiene su origen en la confluencia de los puntos de vista de los expertos más importantes, a la luz de los hallazgos de la cibernética.

a.El sistema de Las Vegas

Como muestra el diagrama, existen 55 posibles maneras diferentes de empezar una mano. El comportamiento en ocho de las manos -indicadas por los colores rojo y verde- es el de «plantarse» automáticamente, independientemente de cual sea la carta descubierta del banquero. El blackjack habla por sí solo, y no debe realizar ningún movimiento en manos como la 20 ó la 19 y las «duras» 18 y 17.

La actitud a tomar para otras trece manos, como muestra el diagrama, está también muy delimitada. Por ejemplo, siempre debe dividir el juego con un 8 + 8 y as + as (en rosa), y doblar la apuesta con un total igual a 11.

Las cuatro tablas que se verán más adelante muestran cómo debe procederse ante cada una de las posibilidades de comienzo de la partida. La decisión se toma teniendo en consideración la carta de la banca, representada en las hileras horizontales superiores de cada tabla y la composición de la propia mano, representada en las hileras verticales del lado izquierdo. La opción más apropiada para cada caso le vendrá indicada por el cuadro (coloreado o no) donde intersectarían las líneas provenientes de la hilera de cartas de la banca y de la de cartas del jugador.
Blackjack: 55 posibles apareamientos diferentes

Dichas tablas muestran la estrategia básica para el sistema de Las Vegas, donde se anuncia el blackjack desde el principio. La margen de la casa aumenta ligeramente con el del número de barajas que se utilicen, pero la estrategia básica es la misma.

Puede llevarse este manual al casino y consultarlo brevemente entre las mesas antes de empezar a jugar, pero será más provechoso memorizar al máximo las diversas jugadas, con la finalidad de que se ponga en práctica la jugada más apropiada para cada caso, como si de un reflejo se tratara. En tales condiciones, usted tendrá tiempo de observar cómo se va estructurando el juego.

Las primeras dos tablas, a y b, muestran cuándo debe dividirse el juego y cuándo debe doblarse la apuesta. Las dos restantes, c y d, muestran cómo deben jugarse las otras manos, tanto «fuertes» como «flojas». La tabla d es el punto de referencia básico, ya que cubre la gran mayoría de las manos que usted puede recibir. Las otras tablas están expuestas antes de la d porque es más fácil aprender primero las excepciones.

Ejemplo: cuándo dividir el juego. Si usted recibe 2 + 2, «doblará» el juego si la carta destapada de banca es un 4, un 5, un 6 ó un 7 (en rosa, en la tabla a); tenga presente que siempre debe doblarse si se tiene un 8 + 8 ó un as + as, y que nunca debe hacerse con un 4 + 4, 5 + 5 ó 10 + 10.

Una vez haya doblado el juego, debe remitirse nuevamente a las tablas cuando reciba su segunda carta.
Tabla a: cuándo dividir el juego

Supongamos que usted dobla un juego de 2 + 2 tras advertir que la banca tiene un 4, y las parejas que obtiene son 2 + as (i) y 2 + 8 (ii).

(i) Acuda a la tabla c, que muestra que con cualquier «mano floja» entre 13 y 17 se deben pedir más cartas. En este caso, como tiene un 13, usted pide una carta que resulta ser un 6, que completa un 19 «flojo». Si consulta en la misma tabla c correspondiente al total la línea 19, comprobará que con esta puntuación y ante un 4 de la banca lo más apropiado es «plantarse» (como haría con un 19 ante cualquier carta de la banca).

(ii) La segunda mano resultado de la división es 2 + 8, que constituye una ocasión apropiada para doblar la apuesta (siempre que el casino permita doblar la apuesta después de dividir el juego). Remítase a la tabla b y compruebe que con un total igual a 10 ante un 4 de la banca, usted debería doblar.
Tabla b: cuándo doblar la apuesta

Nótese que siempre debe doblar con un 10 «fuerte», a no ser que la banca tenga un 10 ó un as. Las otras posibilidades de doblar la apuesta dependen de las reglas de los diferentes casinos. Algunos permiten doblar sea cual fuere la mano.
Tabla c: cuándo pedir carta o plantarse con una mano floja

Si su segunda mano después de doblar hubiese sido 2 + 10, debería remitirse a la tabla d, la referida a «manos fuertes», que le mostraría que teniendo un 12 frente a un 4, un 5 ó un 6 de la banca lo más apropiado sería plantarse. Si la banca tuviese cualquier otra puntuación sería mejor pedir otra carta. Dos terceras partes de las manos que podría recibir encajan con lo establecido en la tabla d, es decir, recibiría manos «fuertes» con puntuación inferior a 17, sin posibilidades de doblar la apuesta o dividir el juego. La línea horizontal superior es de color amarillo para indicar que con un total igual 11 (cuando no pueda perder, pase lo que pase) siempre deberá pedirse otra carta: la situación que requiere tomar la decisión más comprometida aparece cuando se alcanza una puntuación igual o superior a 12.
Tabla d: cuándo pedir carta o plantarse con una mano fuerte

En inicios de partidas con manos de puntuaciones muy bajas, como 5 + 3, 5 + 2, 4 + 4, 4 + 3, 4 + 2 y 3 + 2, deberá usted pedir más de una carta para alcanzar un total de 12 como mínimo; en tal caso, remítase a la tabla d.

A modo de resumen, diremos que con un poquito de práctica, desplegar un juego correcto, aunque parezca complicado a primera vista, constituye una labor bastante sencilla y casi automática.

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