Datos curiosos sobre juegos de ruleta

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1.«El hombre que hizo saltar la banca en Montecarlo»
El hombre que inspiró la famosa canción que lleva este título fue Charles Wells, un inglés que entró en el casino en julio de 1891 con 10.000 francos y a los pocos días había ganado un millón. Volvió cuatro meses después y logró ganar otro millón. Sin embargo, al año siguiente perdió todo su dinero. Más adelante fue encarcelado por intentar trampas y finalmente murió en la miseria. Pero su hazaña otorgó a Montecarlo una fama mundial que ya nunca perdería. A pesar de que Wells confesó que jamás se había basado en sistema alguno, su juego fue analizado por cientos de jugadores deseosos de ganar. Todo se debió simplemente a una increíble racha de buena suerte.



2.La serie record
La aparición consecutiva más prolongada de un mismo número en la ruleta de un casino que se conoce fue registrada en el hotel San Juan de Puerto Rico el 9 de julio de 1959: el 10 salió en seis tiradas consecutivas.

Atendiendo a los que posean una mente matemática, diremos que las probabilidades contrarias a tal hecho pueden ser calculadas deduciendo la probabilidad de que un número salga cinco veces después de haberlo hecho ya una vez. En la ruleta americana, la probabilidad de salir para cualquier número es 1/38. La probabilidad de aparecer cinco veces seguidas se obtiene multiplicado 1/38 por sí mismo cinco veces: (1/38)5 Con la ayuda de una calculadora de bolsillo comprobaremos que es 1/79.235.168, es decir, ¡79.235.168 contra 1!

3.Etiqueta
Las reglas y procedimientos en el juego varían en los diferentes países, pero el uso del traje de etiqueta debe ser respetado universalmente. Trate a los otros jugadores con respeto y no les dificulte el emplazamiento de sus apuestas acaparando toda la mesa. Si usted fuma, no tire la ceniza en la mesa. En los lugares donde la ruleta es popular, hay generalmente personas de pie detrás de las sentadas: permítales el paso cuando sitúen sus apuestas.

Si desea que el croupier ubique sus apuestas, o le cambie dinero por fichas, espere el momento oportuno y no repita a voz en grito sus instrucciones.

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