Este rompecabezas gozó de gran popularidad en Gran Bretaña en el siglo pasado, sobre todo durante el reinado de la reina Victoria, de quien tomó el nombre.
Tal y como nos muestra la ilustración, el juego consiste en liberar las tres piezas de madera de que consta, de los cabos emparejados del cordón que las une, lógicamente sin cortarlos.